martes, 27 de diciembre de 2011

Ese Esa Eso

la mire arriba mío en el asiento del acompañante de su auto en la puerta de algún edificio con el portero como testigo de semejante acto de calentura desmedida mientras sonaba paradójicamente hot stuff de los Rolling Stones y le dije que la adoro, que me parecía la mas linda del mundo; y no le miento, en ESE momento con ESA persona me paso ESO. que me diga chamullero mentiroso que no me importa mientras la vuelvo a mirar y le repito que es lo mejor que me paso en la vida. porque en ese instante, lo es.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Aparente Sinsentido # 1

N.del A : Cortesía de Wence Caceres para el blog y su espiritu aventurero.

-Ya tengo pasaje para el veintiocho, repetí 25 veces en lo que va de la semana, 26 si contamos la primera.

Hoy quiero compartir un relato de esperanza, y me dispongo a hacerlo en ocasión del aniversario de la ya mítica caravana que une la calle Cerrito con Solanas ininterrumpidamente desde mil novecientos noventa y siete. Dos niños, una pareja y un Subaru marcaron la senda de lo que al día de la fecha, en mucho se parecería a una mudanza.

Y es de esperanza porque lo canto con entusiasmo, pero sobretodo con la certeza que me otorga la juventud. Seguridad de saber que el camino es largo, y que cientos de aventuras esperan ser vividas, vivencias cuales fénix que podrán reencarnar en anécdotas alguna noche de campo que está al caer.
Muy distinto sería el orden de las palabras si las estuviese escribiendo de aquí a cincuenta años, porque los viejos tienen otra forma de contar las cosas y consecuentemente verá, quien analice el tema tanto como yo lo hice esta mañana, tienen otra forma de encarar los viajes. La senectud baña los recuerdos de añoranza, el saber que el tiempo pasado fue mejor y que la vuelta atrás no es una opción condicionan su alma y su forma de contar historias, claro.

Hoy les cuenta demás una historia de héroes. De un amor que fue héroe. -Y es que nacer en el momento oportuno no es poca cosa- digo yo -Como tampoco lo es nacer en el lugar indicado

¿Cuantos fracasos le podríamos atribuir a Aristóteles, el loco del pueblo? Que se desvive contando otro tipo de verdades en las plazas de Colonia Liebig, allá en el sur de Misiones. Incontables. ¿Y qué podríamos encontrar de grandeza en las palabras del Dr. Guevara? Aquel argentino que vive en Cuba, que canoso y achanchado se enfrenta a un sin fin de preguntas que un joven periodista le hace sobre el cambio climático. Seguramente nada.

Particularmente este nació (y murió) a pocas horas de aquí, allá en esa comunidad costera que de poco se entera durante el año. Yo la considero una pasión fiel a la de ese entonces, fiel si tenemos en cuenta la congruencia que mantuvo a lo largo de su existir, aclaro que apareció sin pedir permisos y sin dar explicaciones se fue.
Murió como los menos de los fuegos y las olas, que parecen tener una forma establecida de desaparecer. Murió con el egoísmo con que se van los guerreros que no han sabido esperar el paso del tiempo, joven y hermoso. Pero sobretodo héroe, como bien lo pudieron ser poetas o arquitectos de otros tiempos, como el aguacero que pone fin a una fogata en medio de la noche, pleno.

Y es que me hubiese gustado despedirlo con unos mates amargos en esa galería que tanto recuerdo y no nos alcanzo el tiempo ni para un cortado. Tal vez sea esta la razón por la cual lo llevo presente en la memoria, por ir perdiendo la confianza en el tiempo que ha de venir. Y porque casi sin querer me doy cuenta que no solo se trata de la forma en la cual llega, o vive, si no también importa la forma en que se va eso de lo que estamos hablando.

jueves, 27 de octubre de 2011

Pero la hice reír.

Hacia solo 213 días que estaba esperando las fechas del recital de Manu Chao en Rosario.
Las cadenas de mails con mis amigos eran un cotorreo incesante, la distribución de los autos para el viaje desde Capital Federal, las alternativas de campings, el sorteo para ver quien se ocupaba de preparar los sándwiches… todo contemplado, nada librado al azar.

El día finalmente llegó. 15 de noviembre. Martes. La euforia se desato para todos, pero no para mí. Los chicos sabían de mi trabajo, pero me alentaron igual a que pidiera el día libre. Las excusas eran un abanico: “decí que tenes una enfermedad terminal”, “contales la verdad, te van a entender”, “renuncia que después vemos que hacemos” “no sos vos, soy yo”

- Marcela, ¿te puedo hacer una pregunta? – Le dije con una sonrisa inocente a mi supervisora.
- Si, Federico (solo me decía Federico cuando estaba de mal humor)
- Eh.. –dubitativo. La suerte estaba echada, así que proseguí.  – Puedo faltar el martes 15 para ir al recital de un grupo de música que me gusta y toca en…

Pero no pude terminar la frase porque sus ojos se llenaron lentamente de lagrimas, y una sorda carcajada salió primero desde su garganta en forma muy ronca, moviendo las cuerdas vocales oxidadas por el desuso, luego retumbaron en la caja fonadora que armaba la cavidad bucal, para salir segundos después espásticas y libres al mundo exterior por unos extensos cuatro segundos.

Me dijo que no, pero la hice reír.

miércoles, 26 de octubre de 2011

130

Estaba yendo un mediodía a pedir un certificado médico (apto físico) para el trabajo, para poder participar del campeonato de futbol  que organizaba la empresa.
Me dispuse a esperar el 130 en el centro, para ir a una clínica que queda cerca del museo Malba.
-  “Hace diez minutos que no pasa” comento una de esas octogenarias señoras de la cola a la que nadie le pregunta nada pero sienten la necesidad de informar al resto.
Cuando llegó, después de otros minutos más, estaba lleno de gente.
De repente, cuando pase la máquina de boletos despues de haber depositado mi peso con veinte... lo vi. Ahí estaba con su cara de inmigrante, su traje a rayas, su  corbata fuera de temporada,  su sobretodo arriba del brazo y esa característica mirada atenta a movimientos de carteras y mochilas.
Pero había un problema. Contrario a todas las otras experiencias de esta índole que habia tenido, la persona en cuestion era demasiado grande, tipo patovica de boliche. Dice la frase: “el que pega primero pega dos veces”. Había que planear bien la estrategia, porque corría peligro mi integridad física.
Lentamente y con agiles movimientos camuflados en el constante traqueteo del colectivo, el hombre se acerco a su víctima. Trate de buscar a algún cómplice. Alguien que estuviera viendo la situación, pero me di cuenta de que estaba solo. Los ipods y blackberrys estaban haciendo de las suyas otra vez.
La víctima: una chica que tenía la mochila ADELANTE. Si, adelante, o sea que tener la mochila adelante hoy en día no es garantía de estar a salvo.
Puso su sobretodo arriba del bolsillo chico y empezó la maniobra de hurto.
En ese momento, y con miedo de que los latidos de mi corazón me delataran, me arrojé sobre el potencial ladrón. 84kg concentrados en un puño se estamparon en su ojo izquierdo. ¿El problema? Si veía que era YO el que le había pegado, un simple cálculo fisico-matematico le alcanzaría para darse cuenta de que contaba con ventaja física.
Cada vez que se quería dar vuelta para mirarme, le daba un nuevo golpe, esta vez en la parte posterior de la cabeza, intentando llevarlo hacia la puerta. Una chica colgada de mi brazo me rogaba que no mate al malhechor. Y yo tratando de explicar que estaba abriendo una mochila ajena.
Le pedí al chofer de buena manera que abriera la puerta. Paso un segundo que fue una eternidad. No quería que se diera vuelta y me viera. Le rogué al chofer de manera imperante que abriera la puerta. Finalmente le imploré con una nota en mi voz que mostraba nerviosismo, que por favor me abriera la puerta para sacar a esta persona del habitáculo. Y cuando la doble hoja central finalmente dejo espacio suficiente, el masculino de tez morena salió catapultado.
Giró, y me vio… miedo. Desafío de miradas. Miro alrededor, miro para abajo, vio un puñado de  piedras, las agarró y las quiso arrojar contra mí, atentando en realidad contra todos  los presentes.
Como si estuviéramos jugando al “quemado”, saltamos mitad para cada lado del colectivo. Yo me asomaba un poquito para gritarle “hijo de puta andate” y el amagaba con las piedras en la mano y volvíamos otra vez a los escondites. Hasta que se avivo el chofer, cerró la puerta y arrancó.
Algunas miradas se cruzaron, pero nadie dijo nada. No había nada que decir. Dos paradas mas adelante me baje, y me di cuenta de que estaba temblando. Me di vuelta para ver como se alejaba el 130, ya a salvo. Algunos curiosos me miraban por la ventana todavía.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Vaso a vaso

El miércoles era alentador, como cualquier mitad de semana en el mundo, en donde se llega al pico mas alto y solo quedan dos días para un viernes, que aunque sea de vacaciones tiene un sabor distinto.
La travesía por el bosque puso a prueba el espíritu aventurero de estos jóvenes que tenían que aguantar 9 horas con un desayuno a base de harina y chocolate, para llegar después de interminables caídas a lugares de cremosa y virgen nieve esperando paciente el suave desliz de las tablas que marcarían la primera huella camino a la base de la montaña para que todo volviera a empezar.
El merito del esfuerzo se reflejaba en un incomparable sentimiento que duraría unos escasos pero intensos segundos de satisfacción plena.
A la noche la joven pareja de novios y la madre del más feliz de los dos bajaron a la ciudad a  realizar trámites de vital importancia, dejando a Mati y a Fede en pampa y la vía sin comida, sin nada para tomar, sin instrucciones claras.  Isabeeeel!Abusando del libertinaje que caracteriza el siglo XXI  excluyendo el miedo a acusaciones, se dejaron de lado los prejuicios de homosexualidad y se puso en marcha el operativo “noche romántica”. La comida gourmet elegida para la velada fue finas rodajas de lomo y especies al horno con reducciones de patatas a la sal acompañada con infusión de uva mendocina, mal llamado por amateurs como “patys con puré cheff y un tinto”, una película con tres estrellas en la sección Espectáculos de Infobae.com y ador.
Lo que estos viriles personajes no tuvieron en cuenta fue la llegada de la dueña del establecimiento una hora antes de lo previsto, quien solo pudo emitir confusos balbuceos tales como “en mi época...” “que olor a paty la p... m…” “Matias limpia todo o dormís afuera..” “voten a Mauri..:”  por el estupor que le causó la situación.
El jueves prometía una agradable jornada llena de vida, deporte, salud y poca manteca porque nuevamente el señor Knoll la tenía acaparada adentro de un bolsillo de la campera.

A la noche, alegando un torneo regional de futbol de salón en la ciudad, Segundo abandonó a la comitiva en las garras de su madre, quien propuso una partida del juego argentino por excelencia, para mostrar que no negaba sus raíces, y la división de parejas “mujeres con mujeres” y “varones con varones” denotando el temor por las acusaciones de homofobia intentando dejar entrever que el shock de la noche anterior estaba superado.
El partido se juego sin “flor”, quince malas y quince buenas, en un reñido partido que obligo a los participantes a tomar desmedidas cantidades de alcohol para saciar la sed que provocaba la adrenalina. Los nervios jugaron malas pasadas, la dificultad para contar puntos en el envido desestabilizo la balanza y, como decía Gardel, “por una cabeza de un noble potrillo, que justo en la raya afloja al llegar (…)” la victoria por mínima diferencia, pero victoria al fin, fue para los varones.

La procesión de testosterona & Cia con algunos paquetes de lentejas y arroz de terceras marcas abajo del brazo, que luego se transformarían en una llave de acceso, emprendió la marcha al [único] local bailable del lugar.
Bajo el nombre de Mute, La Fontana volvía a cruzarse en la cabeza de los presentes, solo que con el termómetro al revés. Las inminentes incursiones a la barra generaron una relación informal entre barman y público, y una sola seña bastaba para pedir una nueva ronda de la bebida cordobesa para tres, y una cerveza sin alcohol para alguno más conservador.  

 
Declaraciones del encargado de seguridad el viernes a la madrugada:
- No me filmen loco, saca la cámara, sino no declaro.  Bueno, vinieron tres pibes, uno medio oscuro, otro ojitos lindos y uno rubio  muy blanco, y una minita, alto par de aros, una remerita que decía “huevos poshé”. El de ojos lindos y el blanco se fueron temprano, el morochito se quería ir pero la minita no lo dejaba, estaba como poseída. Le tuvimos que pedir por favor que se retire, que ya estábamos cerrando. A mí me dio vergüenza ajena. Pegamos una foto en la puerta para no dejarla entrar mas, un papelón.
- Muchas gracias Ricky
- No gracia a vo´.

lunes, 15 de agosto de 2011

Vice...

Los buenos viajes no siempre son los perfectamente organizados, sino los que tienen un buen rastro de espontaneidad, algo de adrenalina y una pizca de incertidumbre.
El viernes sonó el teléfono, y la informal invitación se transmitió en pocas palabras porque los minutos de aire de celular cotizan más que un doble cuarto a la madrugada.
En una esquina esperando el #viabariloche, los invitados polleras hermanos de la vida sin pupitre de por medio, Mati y Fede… en la otra esquina, pesando cada vez mas después de 7 tostadas en casa una de las comidas, los anfitriones Segundo, Susana y Sonia, mundialmente conocidos como “la triple S”.
La  incertidumbre financiera en marco de las elecciones primarias presidenciales no contemplaban riesgos económicos de gran calibre, y la opción fue coche cama el sábado, ni semi ni tutto, ni muerte por inanición ni gula, ni muy muy ni tan tan.
Después de 20 horas, dos recitales de Maná, una película con un perro como protagonista (¿desgravarán impuestos?) y tres cigarrillos en la cabina del conductor, Bariloche mostro todo su esplendor.  Las 10 de la mañana fue el horario de reunión del directorio visitante en la terminal de la turística ciudad del sur argentino para la toma de decisiones;  todavía no estaba muy claro que plaza albergaría a nuestros valientes viajeros.
Un par de llamados telefónicos y $105 de taxi pusieron a estos dos casi homeless en el cerro. Las alentadoras noticias hablaban de una sola noche en casa de extraños para una posterior mudanza a la residencia Denegri en forma permanente, previa aceptación de bases y condiciones.

El lunes se dio comienzo oficial a la temporada. La rutina se cumplía a rajatabla, los corazones atribuían su felicidad al medio litro de nesquik, a las tostadas con manteca y miel, a los scones y algún que otro manjar sorpresa.

Cansados esquiadores



La noche reunió a los cansados esquiadores a la vera de una mesa que ofrecía una confortante sopa de entrada y unos fideos con salsa de plato principal.
[La naturaleza humana supone que cada uno cumpla un rol determinado en distintos aspectos de la vida. Uno es de una forma en su casa, de otra con sus amigos, y de otra con su novia. De alguna manera, la convivencia permanente obliga a acortar esos límites,  cada uno se muestra como es, y se ve el funcionamiento individual y grupal, condicionados siempre (creencias personales) por algún factor externo intangible]
Matias es un chico con muchos hermanos varones, educado de manera conservadora. Por su condición de hijo numero 15, es que durante toda su vida se vio obligado a pelear por alimentos, y en el mencionado banquete saco a relucir las marcas de la vida. Cuando llego la humeante sopa, se sirvió la primera cucharada de queso rallado, y cuando los fideos estuvieron ante sus ojos, se sirvió la segunda y ultima cucharada, a sabiendas de que dejaba al resto del grupo sin la frutilla del postre pero con la satisfacción personal del deber cumplido, sentimiento que se vio expresado en el brillo de sus ojos mezcla de condescendencia y calculada frialdad.

El martes traía malas noticias pese al famoso refrán que reza “al que madruga, Dios lo ayuda”. Los medios estaban cerrados y las opciones se limitaban a tradicionales juegos de mesa.
El azar decidió que sea el pictionary® el bufón en vez de monopoly®. El orden natural dividió los grupos fácilmente y los dados hicieron el resto.
Diversas situaciones pusieron a prueba la apelación implícita a la honestidad que existe en este tipo de juegos de mesa, dibujos inentendibles adivinados en menos de siete segundos pusieron en jaque la credibilidad del anfitrión y dueño de casa, Segundo, quien juro sobre su vida y la de parte de su familia que los pensamientos se habían transmitido por osmosis mientras el indignado niño Matias se hacia oír en el murmullo al grito de:  - Me están embromando!

Para evitar rupturas terminales y aprovechando la distención provocada por el estallido de carcajadas por la antiquísima palabra utilizada por el señor Knoll, se firmó un empate que favoreció a todos los presentes.

El comité paso a la mesa de ping- pong, en donde el acusado de fraude en los dibujos vocifero a quien quisiera oírlo que tenía el record sudamericano de partidos ganados y que no había japonés ni chino que  igualara sus remates con efectos controlados, y “si alguien me gana apoyo el c*** en la nieve”.-
El verdugo y NO por primera vez, fue su novia Sonia, quien sin dejarse intimidar por ser el género débil,  hizo justicia en una contundente victoria pese a los pedidos de ojo de halcón del humillado perdedor. Los registros del pago de la apuesta fueron censurados por horarios de protección al menor, pero hay copias guardadas en algunos bancos de las islas Caimán por si asoman dudas.
To be continued…

jueves, 30 de junio de 2011

what if...

Sabrá disculpar la impertinencia e insolencia de mi carta al hacerlo mi confidente en un tema que, si bien usted desconoce, nos compete a ambos.
Al principio todo era normal, escuchar su voz por teléfono ofreciéndome soluciones tecnológicas es moneda corriente en estos años de auge comercial industrial.
Pero el asunto se salió de control.
Empecé a darme cuenta de que el miércoles era el día que esperaba con más ansias. Estaba atenta al teléfono y me transpiraban las manos. Me miraba en el espejo y me veía más linda, más seria, más sugerente. Trataba de poner voz de desinterés, y me ponía colorada cuando usted no dejaba desviar la conversación y se centraba en lo estrictamente laboral. Tan frio, tan distante, tan entero, tan fuerte.
“Hola Maria, ¿cómo le va? Habla Esteban”, pero yo no necesitaba que me diga nada. La noche en vela, las pulsaciones aceleradas, los sueños… “Bu..buenos días Esteban, ¿cómo anda?”
No podía evitar dibujar una sonrisa en mi cara. No podía evitar imaginarme sus ojos, su piel, nuestra piel.
Mi marido tiene sospechas. Se da cuenta de algo, y no puedo fingir más.
Esteban: quiero mirarlo a los ojos en este momento… mirarlo, y decirle... y  decirle que… ¡no puedo!  ¿Quién me creería?  

martes, 10 de mayo de 2011

#cosasquenodan

Te conozco desde que naciste, tenemos pasiones compartidas, me viste llorar y te conté cosas que nadie sabe, te defendí siempre, fuiste generoso y mentí por vos, arregle tu celular dos veces y me diste cien de salame, boxeamos tres navidades seguidas, pusimos de moda get busy versión cumbia, aprendimos juntos como subir un piano al segundo piso por balcón… pero cuando la vida nos enfrenta, ¡¿me tiras un caño?! No te entiendo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

A la flauta!

La polémica desatada por acusaciones sobre acomodo y coimas estaba instalada hacía algunos días. Periodistas estratégicamente ubicados en las inmediaciones del complejo Alsina competían por la noticia del año que lejos estaba de ser el beso entre Shakira y Pique.  La plataforma virtual de Bwin estaba saturada y las apuestas ilegales fueron vía alternativa para satisfacer el deseo de juego de apostadores compulsivos que, arriesgando sueldos, aguinaldos, premios y tickets, insinuaban la disposición de personajes en el marco de esta nueva obra de comedia musical.

La cúpula integrada por Canestri-Harrington se dio cita una hora antes de la entrada de la plebe para tomar un coñac al nesquik y presentar los más sinceros respetos a la directora;  sugerirle a la misma que invoque a San Pedro para estar iluminada al momento de realizar la distribución de papeles, velando porque la misma sea la más justa posible mientras le entregaban el anillo de diamantes y la orden en Apple para sacar la nueva Ipad.
Figurita repetida, que pedís cinco pizzas que te llevo siete, que dame diez pesos que todos tienen cien, que soy vegetariano, que empanadas de caprese nunca más.
Contrario a una sala de lectura silenciosa, el murmullo constante remitía al recreo de un colegio primario.  Gritos, nervios y conjeturas se fueron opacando cuando la ceremoniosa voz de quien precedía la reunión comenzó a leer la nomina de afortunados protagonistas.
Entre llantos y aplausos los ternados fueron a recibir su premio… ¡¡Pará fede!! ¿que es esto? ¿La entrega de los Oscars? Deci que no es tu trabajo sino estas pidiendo monedas hijo de un camión jaula de putas!
La lectura del primer acto fue interrumpida por la llegada de la comida y nuevos ruidos molestos inundaron la sala. Una voz apagada intentaba imponerse entre la multitud de feroces bestias personas hambrientas.
Testimonios:
Anónimo 1: - Yo estaba comiendo pizza muy tranquila cuando de repente escuche la frase “yo quiero ser rinoceronte”
Anónimo 2: - Yo estaba tomando un tintillo con Anónimo 1 y de repente voló un palito de la selva de Buitre (def.: puede ingerir 3kg de carne de una vez)  
Es que algo raro estaba pasando; una señorita de pelo negro captaba la atención de los curiosos transeúntes con frases subidas de tono impropias para el horario de protección al menor entre alguna que otra propuesta indecente e invocaciones satánicas a Lord Voldemort.
Las pruebas fueron suficientes para los jueces. Se encontró a la agresora sentada frente a un “cadáver” de vino de segunda línea y diversos testigos la identificaron como quien horas atrás había ingresado al establecimiento con, para disimular, una botella de Coca Cola® abajo del brazo.
En su defensa la acusada alegó: - “La directora me dijo que veníamos acá para ponernos en la misma sintonía. En notas anteriores supe las fiestas que se armaban en el palacio Alsina despertaban la envidia de Berlusconi y pensé que de eso se trataba. Lo hice para no desentonar con el grupo” y agrego sin pelos en la lengua    -“Si me dieran otra oportunidad lo volvería hacer sin dudarlo y quiero aprovechar para mandar un saludito a todos los que me conocen y aguante el fortín y la champion liga locoo”
- “El prestigio internacional conseguido por esta academia amateur se vio amenazada por un descuido sin precedentes” sostuvo un miembro socio-fundador del grupo. Esto llama a la reflexión y análisis para evitar que se repitan estas situaciones.
- “Yo me lo tomo con soda” Sostuvo otro miembro del comité, y ante duras miradas de amarillistas que buscan el doble sentido agregó: “al asunto éste señores, no es para tanto”


viernes, 8 de abril de 2011

SI

La salida en caravana de Telecom tenía menos autos que una despedida de solteros en algún pueblo del interior del país.
La autopista Buenos Aires - La Plata acorto la distancia y después de dos peajes a precio popular y unas cuadras por la famosa ciudad capital de la cerveza rubia del sur del Gran Buenos Aires la humilde Iglesia apareció en una esquina.
De un lado la familia de Mariela, del otro bando los seguidores de Hugo; en este segundo grupo estaba quien les escribe estas líneas.
La ceremonia religiosa empezó tal lo indicado en la tarjeta de invitación. Cuando el reloj dio las doce del mediodía, se abrieron las puertas y en el órgano empezó a sonar la conocida marcha nupcial acompañando a la flamante novia y futura esposa en la eterna procesión al altar.
El oficio se llevo a cabo de manera informal, el cura dio su bendición y la segunda carta de San Pablo a los Corintios capto la atención de todos los presentes por haber tocado un tema tan antiguo y tan actual como es "el amor".
La salida fue entre aplausos y bolsas de arroz de segundas marcas. Los saludos fueron breves pero efusivos y los más íntimos partieron a una recepción que darían los recién casados en algún lugar del conurbano.
Los que no tuvimos tanta suerte, caminamos dos cuadras al patio cervecero de Quilmes a disfrutar tres pizzas grandes, dos chops cada uno y el sabor del encuentro. Un brindis por la apuesta al amor, por elegir entregarse a otra persona amparados por tres leyes basicas: libertad, fidelidad y confianza. Salud!


miércoles, 9 de marzo de 2011

PinamarDeRocha

La salida por la autopista Buenos Aires  - La Plata un viernes a las seis de la tarde no es lo más recomendable, pero el folklore de los preparativos y el humor de los participantes aventureros equilibraban la balanza para tener un viaje tranquilo. ¿El destino? Pinamar, la costa atlántica, la tierra de cuatris asesinos, la casa de piluqui, el primer proyecto de Alice cuando se recibió de arquitecta.
Las cuentas eran de segundo grado. Diez personas, dos autos,  cinco para cada lado. La comitiva llego pasadas las once de la noche a la mansión Vinci, sede elegida para pasar un fin de semana entre amigos.
Siete damas y tres caballeros se reunieron en la mesa redonda para echar a la suerte lo que el “shot gun” no pudo solucionar en la cadena de mails, y luego de un turbio sorteo con escribanos sin título legalizado se decidió la ubicación de sueño de cada uno.
Steve, Domi, Vic, Clari y Fede para un lado, y apenas cruzando el pasillo Sancho, Auri, Pili, Ani y Quiru. 
Por estar lejos de entidades bancarias algunos, de la bolsa de valores otros y de la zona roja otros más, se despertó una adrenalina y euforia que intimidaría a cualquier adolescente de 17 años.
Las sabanas volaban de un cuarto a otro, los perfumes  se mezclaban y formaban nuevas fragancias, los pijamas despertaban burlas de secundaria y los gritos superaban los decibeles permitidos por la ley. Entre tanta confusión, una figura masculina con ropa interior ceñida al cuerpo despertó la histeria de la multitud. Comentarios como “nadie quiere ver a tu amigo” y respuestas como “los amigos de mis amigos son mis amigos” se escuchaban por lo bajo del lugar.
La paciencia de la moderadora y ama de llaves de la historia se vio agotada cuando empezó el campeonato regional de “veo-veo” y mando a todos a dormir sin chistar.
La mañana del sábado anunciaba bastantes nubes y probabilidad de lluvias aisladas, pero los ánimos no se vieron opacados y las tablas de barrenar estaban en el baúl del auto pidiendo a gritos deslizar esas olas mágicas.
La playa estaba semi-desierta, y ante la imposibilidad de colarse en alguna carpa, el grupo armo el campamento al lado de un mástil sin bandera. Entre ropa,  pareo, toalla, pelota, palita, juguete parecía el parque Indoamericano en plena ocupación.

Las modelos hicieron lo propio mostrando sus cuerpos a quien quisiera apreciar y aplaudir la magnífica creación sus progenitores, y los hombres metiendo panza y sacando pecho fueron a enfrentar las bravas olas de sesenta centímetros defendiéndose a capa y espada de los furiosos tiburones que atacaban incansablemente.
Pero no todo era color de rosa en la costa atlántica, porque las señoritas no perdieron el tiempo, y al ver a sus hombres jugando con las tablas de barrenar,  invirtieron todas las clases tomadas de actuación al protagonizar una escena de diez segundos en donde simulaban estar ahogándose para que el señor torneadofacha guardavidas las rescatara y posteriormente metiera la lengua en sus tráqueas para empezar el trabajo de reanimación.
La tarde culmino con un reto de futbol playero contra tres cracks ex futbolistas de importantes clubes. La condición de profesionales de los locales no intimido a nuestros valientes visitantes que venían de luchar contra la marea. El partido termino en un ajustado 5 - 4 a favor de  los amateurs y todavía se habla de la cantidad de hinchada femenina que asistió al estadio único de Pinamar.

El parrillero oficial inauguro la temporada 2011 de la comida argentina por excelencia mientras a la vera del fogón ex – Aidenses cantaban a los dioses Nubios a dos, tres y a veces cuatro voces. Las grupies alentaban a la banda y tiraban corpiños y bombachas de encaje.
Pero todo eso fue la calma que antecedió al huracán, porque entre una copa y otra se hicieron dos copas, una mas y van tres y después todo fue caos y confusión, todo fueron figuras borrosas y zumbidos en los tímpanos, todo fue una larga caminata por la cornisa de la escalera, botellas de elixir sagrado conocido como “chicha bien helada”, hasta que los teléfonos empezaron a sonar y las sirenas se reflejaron en el fondo del terreno baldío. 
Los vecinos pedían tranquilidad y cese de violencia, los cortes de calles eran inminentes y los micros escolares se sucedían en una eterna caravana pidiendo silencio y justicia.
 Y el honor pudo más que la diversión y el volumen de la música fue bajando lentamente; los Gomas Revoltosos Revolucionarios y Rudos (GRRR!) emprendieron el exilio al desierto para correr picadas clandestinas y alimentar a los peces de la zona.

El domingo prohibía la entrada al balneario local con ráfagas que iban de 100 a 105km/h en la escala Kilometroporhora, y  la mesa del desayuno daba paso a los patys.
De postre el juego de los papelitos, un clásico instalado que mueve más espectadores que un Estudiantes-Gimnasia.  No se conocen datos de los resultados finales, pero se habla de un gran desempeño actoral, mucha cultura general (enrique granger jugador de Racing 1992)  y misma sintonía para repetir la misma película diez veces.


El reloj de arena soltaba con cuentagotas los últimos granitos de arena, y solo quedaba lugar para la despedida, agua caliente para el mate y empezar a devorar asfalto cada vez con menos gusto a sal de mar.



Mucha magia para todos.                    

lunes, 31 de enero de 2011

Me estoy separando...

Anoche a las tres de la mañana escuché ruidos raros en la planta baja de mi casa.
La desperté a Clara, mi mujer desde hace más de diez años, y le pedí que por favor vaya a buscar un vaso de agua.
Cuando subió le pregunte si había visto o escuchado algo raro, y ante su negativa seguí durmiendo plácidamente restándole importancia al vaso que me ofrecía con su brazo extendido.
Hoy cuando hablamos por teléfono le comente el verdadero motivo de la misión que ocultamente le encomendé en horas de la noche.
Y estoy buscando algún lugar para dormir por unos días, hasta que se calme un poco. ¿Te sobra un colchón? Me arreglo fácil.

jueves, 27 de enero de 2011

De familias conservadoras

Le escribís una carta de amor. De esas que empiezan como una narración común y corriente de formato "carta" de Word, como si la otra persona está lejos. Vos entendés, querida equis, ¿como estas? ¿Tus cosas bien? Te pones romántico, casi meloso. Después de todo es tu novia. Le decís cuanto la querés, cuanto la extrañas y la razón se confunde con la pasión y el tono pasa de castaño a oscuro, con ideas que se mezclan con fantasías, con sueños que quieren ser realidad, con cuerpos desnudos, con proyecciones utópicas, con ascensores, con piletas, con fuego; el límite entre amor y sexo está roto, el costado animal, o mejor dicho, el más humano asoma a flor de piel. Escribís y percibís olores que tenes grabados en la memoria, estas cruzando un límite.

Tu instinto masculino dicta que hay que apretar CTRL + P en tu computadora y llevar ese desahogo del cuerpo plasmado en papel para que lo lea tu primo, que también es tu mejor amigo, que festeja tus ocurrencias. Después tu primo se va a jugar al futbol y deja la hoja arriba de la cama. Después su mamá, que es la hermana de tu papá va a dejar sus calzoncillos planchados, ve el papel y lo lee. Y se lo muestra a todos. Y el papel tiene nombre y apellido. Pero la tradición apunta que es un tema tabú y  nadie opinará al respecto porque no sabrían como encarar el asunto. Y vos sabes que ellos saben.

¿Vale aclarar que le paso al amigo de un amigo?

miércoles, 26 de enero de 2011

SOY DEL PALITO


Veinte mil kilómetros marcaba el odómetro del compacto japonés. Los bolsos estaban acomodados como un tetris a escala 1:10 en el amplio baúl y los cinco pasajeros sentados de acuerdo a los lugares asignados, ganados o "shotguneados".
¿El objetivo? ¿La misión? Recorrer 376 millas de dos rutas nacionales y una provincial para salvar a un Tatú Mulita atrapado en la base de un molino. La lista de primeros auxilios de estos médicos amateurs incluía dos bolsas de nesquik, leche, variedades de queso, salame de Tandil, alcohol suficiente para doce bombas molotov y media res.
Un matemático experto estipuló un viaje de cinco horas y media contemplando una parada de 45 minutos en algún "diente libre". Lo que el profesional no aclaró, fue que el cálculo estaba hecho para Suiza, y no para Argentina. Nadie sabía que la noche anterior Erik había visto "Rápido y Furioso", que esa mañana se robaría un Renault 19 con luces de xenón en Aldo Bonzi y que su familia lo estaría buscando por la autopista Ezeiza-Cañuelas. El doctor en números no podía prever que las rotondas de Saladillo estarían mal señalizadas y despistarían a la conductora designada. El licenciado no podía adivinar que en la R205 habría que tomar un desvío por camino de tierra lleno de lobos, zombis y camiones esperando para llevar gente a Asia para su posterior venta de órganos y trafico de huesos.
Ocho horas duro la travesía y el reloj marcaba las tres de la mañana cuando los cinco aventureros se pudieron reunir con la dueña de casa y sus dos amas de llaves para conformar el grupo de ocho médicos sin fronteras.
La mañana mostraba un cielo despejado con agradables temperaturas; mejorando hacia la tarde.
La dueña de casa y excelente anfitriona mostraba el sendero a los presentes para arribar al tanque australiano de medidas olímpicas ubicado en el jardín de la propiedad. Una tirada de "bomba" del grupo dejo el nivel del agua en su nivel justo para empezar a girar sin descanso. A la voz de "VELOCIDAAAAAD!!!!" la máquina del tiempo se activo, el agua formo una espiral centrifuga digna de un lavarropas mediopeloparaarriba y la violencia del remolino empezó a cobrar victimas que veían agotadas sus fuerzas de tanto caminar, saltar o nadar según las medidas corporales.
La comitiva se puso en marcha para recorrer las maquinas agrícolas y las hectáreas sembradas con girasol. Comentarios como "si hubiera sido por mí, sembraba de las otras flores" eran frases corrientes que salían de la boca de Vic manija carioca drogui fumanchu Mc Cormick algunas personas presentes.
La agitada tarde dejo a los presentes un resto de fuerzas suficiente para un campeonato de Monopoly. Steve solo se levantaba de la mesa en el momento que le tocaba tirar los dados, a Piluqui todos la estafaron y Clari pretendía asociarse con 25 platas devaluadas y una propiedad hipotecada; tentador. Mientras tanto, las magnates Mollard (domisidro) y Cardozo mostraban su costado cruel acosando a los acreedores, abusando de las desgracias ajenas y subastando propiedades a precios londinenses. En medio de un confuso accidente en el que el auto choco al perro, Domi se quedo con el podio secundada por su novio caño potro quemadito y bastante torneado.
La mañana del domingo recibía en la mesa de desayuno a Ani que venía con su vaso y una botella de Fernet alegando que era un aperitivo para hacer tiempo mientras su hermana dejaba la cama en perfectas condiciones, ordenaba los zapatos por talle y color, y le sacaba un pedazo a la cortina para que estuviera a la misma altura que el alambrado del casco.

La radio-pasillo confirmó la noticia que tanto se temía… Auri no dejaba a Steve salir del cuarto. Cual madre de provincia del interior del país en hora de siesta con pileta sin cerco, lo tenía recluso leyendo en su cama hasta que ella se despertara. Con lágrimas en los ojos y sonrisa de libertad salió de la cárcel cerca del mediodía para hacer el último asado del fin de semana. Qué bien acomoda el carbón decían algunos, que mirada tan atenta y de gente bien que tiene afirmaban otros.
El viaje de regreso fue tranquilo, con los pulmones llenos de aire puro, las piernas que pedían elongación de tanto nadar, y el cuerpo rogando por un poco de jabón. Misión cumplida, fin de semana juntos, tranquilos, buenas vibras.-
  • ¿Pero la misión no era salvar un peludo?
  • ¡¿Un peludo?! Ahhhhhh… ¡sí! Creo que se lo comieron los perros.