miércoles, 17 de agosto de 2011

Vaso a vaso

El miércoles era alentador, como cualquier mitad de semana en el mundo, en donde se llega al pico mas alto y solo quedan dos días para un viernes, que aunque sea de vacaciones tiene un sabor distinto.
La travesía por el bosque puso a prueba el espíritu aventurero de estos jóvenes que tenían que aguantar 9 horas con un desayuno a base de harina y chocolate, para llegar después de interminables caídas a lugares de cremosa y virgen nieve esperando paciente el suave desliz de las tablas que marcarían la primera huella camino a la base de la montaña para que todo volviera a empezar.
El merito del esfuerzo se reflejaba en un incomparable sentimiento que duraría unos escasos pero intensos segundos de satisfacción plena.
A la noche la joven pareja de novios y la madre del más feliz de los dos bajaron a la ciudad a  realizar trámites de vital importancia, dejando a Mati y a Fede en pampa y la vía sin comida, sin nada para tomar, sin instrucciones claras.  Isabeeeel!Abusando del libertinaje que caracteriza el siglo XXI  excluyendo el miedo a acusaciones, se dejaron de lado los prejuicios de homosexualidad y se puso en marcha el operativo “noche romántica”. La comida gourmet elegida para la velada fue finas rodajas de lomo y especies al horno con reducciones de patatas a la sal acompañada con infusión de uva mendocina, mal llamado por amateurs como “patys con puré cheff y un tinto”, una película con tres estrellas en la sección Espectáculos de Infobae.com y ador.
Lo que estos viriles personajes no tuvieron en cuenta fue la llegada de la dueña del establecimiento una hora antes de lo previsto, quien solo pudo emitir confusos balbuceos tales como “en mi época...” “que olor a paty la p... m…” “Matias limpia todo o dormís afuera..” “voten a Mauri..:”  por el estupor que le causó la situación.
El jueves prometía una agradable jornada llena de vida, deporte, salud y poca manteca porque nuevamente el señor Knoll la tenía acaparada adentro de un bolsillo de la campera.

A la noche, alegando un torneo regional de futbol de salón en la ciudad, Segundo abandonó a la comitiva en las garras de su madre, quien propuso una partida del juego argentino por excelencia, para mostrar que no negaba sus raíces, y la división de parejas “mujeres con mujeres” y “varones con varones” denotando el temor por las acusaciones de homofobia intentando dejar entrever que el shock de la noche anterior estaba superado.
El partido se juego sin “flor”, quince malas y quince buenas, en un reñido partido que obligo a los participantes a tomar desmedidas cantidades de alcohol para saciar la sed que provocaba la adrenalina. Los nervios jugaron malas pasadas, la dificultad para contar puntos en el envido desestabilizo la balanza y, como decía Gardel, “por una cabeza de un noble potrillo, que justo en la raya afloja al llegar (…)” la victoria por mínima diferencia, pero victoria al fin, fue para los varones.

La procesión de testosterona & Cia con algunos paquetes de lentejas y arroz de terceras marcas abajo del brazo, que luego se transformarían en una llave de acceso, emprendió la marcha al [único] local bailable del lugar.
Bajo el nombre de Mute, La Fontana volvía a cruzarse en la cabeza de los presentes, solo que con el termómetro al revés. Las inminentes incursiones a la barra generaron una relación informal entre barman y público, y una sola seña bastaba para pedir una nueva ronda de la bebida cordobesa para tres, y una cerveza sin alcohol para alguno más conservador.  

 
Declaraciones del encargado de seguridad el viernes a la madrugada:
- No me filmen loco, saca la cámara, sino no declaro.  Bueno, vinieron tres pibes, uno medio oscuro, otro ojitos lindos y uno rubio  muy blanco, y una minita, alto par de aros, una remerita que decía “huevos poshé”. El de ojos lindos y el blanco se fueron temprano, el morochito se quería ir pero la minita no lo dejaba, estaba como poseída. Le tuvimos que pedir por favor que se retire, que ya estábamos cerrando. A mí me dio vergüenza ajena. Pegamos una foto en la puerta para no dejarla entrar mas, un papelón.
- Muchas gracias Ricky
- No gracia a vo´.

lunes, 15 de agosto de 2011

Vice...

Los buenos viajes no siempre son los perfectamente organizados, sino los que tienen un buen rastro de espontaneidad, algo de adrenalina y una pizca de incertidumbre.
El viernes sonó el teléfono, y la informal invitación se transmitió en pocas palabras porque los minutos de aire de celular cotizan más que un doble cuarto a la madrugada.
En una esquina esperando el #viabariloche, los invitados polleras hermanos de la vida sin pupitre de por medio, Mati y Fede… en la otra esquina, pesando cada vez mas después de 7 tostadas en casa una de las comidas, los anfitriones Segundo, Susana y Sonia, mundialmente conocidos como “la triple S”.
La  incertidumbre financiera en marco de las elecciones primarias presidenciales no contemplaban riesgos económicos de gran calibre, y la opción fue coche cama el sábado, ni semi ni tutto, ni muerte por inanición ni gula, ni muy muy ni tan tan.
Después de 20 horas, dos recitales de Maná, una película con un perro como protagonista (¿desgravarán impuestos?) y tres cigarrillos en la cabina del conductor, Bariloche mostro todo su esplendor.  Las 10 de la mañana fue el horario de reunión del directorio visitante en la terminal de la turística ciudad del sur argentino para la toma de decisiones;  todavía no estaba muy claro que plaza albergaría a nuestros valientes viajeros.
Un par de llamados telefónicos y $105 de taxi pusieron a estos dos casi homeless en el cerro. Las alentadoras noticias hablaban de una sola noche en casa de extraños para una posterior mudanza a la residencia Denegri en forma permanente, previa aceptación de bases y condiciones.

El lunes se dio comienzo oficial a la temporada. La rutina se cumplía a rajatabla, los corazones atribuían su felicidad al medio litro de nesquik, a las tostadas con manteca y miel, a los scones y algún que otro manjar sorpresa.

Cansados esquiadores



La noche reunió a los cansados esquiadores a la vera de una mesa que ofrecía una confortante sopa de entrada y unos fideos con salsa de plato principal.
[La naturaleza humana supone que cada uno cumpla un rol determinado en distintos aspectos de la vida. Uno es de una forma en su casa, de otra con sus amigos, y de otra con su novia. De alguna manera, la convivencia permanente obliga a acortar esos límites,  cada uno se muestra como es, y se ve el funcionamiento individual y grupal, condicionados siempre (creencias personales) por algún factor externo intangible]
Matias es un chico con muchos hermanos varones, educado de manera conservadora. Por su condición de hijo numero 15, es que durante toda su vida se vio obligado a pelear por alimentos, y en el mencionado banquete saco a relucir las marcas de la vida. Cuando llego la humeante sopa, se sirvió la primera cucharada de queso rallado, y cuando los fideos estuvieron ante sus ojos, se sirvió la segunda y ultima cucharada, a sabiendas de que dejaba al resto del grupo sin la frutilla del postre pero con la satisfacción personal del deber cumplido, sentimiento que se vio expresado en el brillo de sus ojos mezcla de condescendencia y calculada frialdad.

El martes traía malas noticias pese al famoso refrán que reza “al que madruga, Dios lo ayuda”. Los medios estaban cerrados y las opciones se limitaban a tradicionales juegos de mesa.
El azar decidió que sea el pictionary® el bufón en vez de monopoly®. El orden natural dividió los grupos fácilmente y los dados hicieron el resto.
Diversas situaciones pusieron a prueba la apelación implícita a la honestidad que existe en este tipo de juegos de mesa, dibujos inentendibles adivinados en menos de siete segundos pusieron en jaque la credibilidad del anfitrión y dueño de casa, Segundo, quien juro sobre su vida y la de parte de su familia que los pensamientos se habían transmitido por osmosis mientras el indignado niño Matias se hacia oír en el murmullo al grito de:  - Me están embromando!

Para evitar rupturas terminales y aprovechando la distención provocada por el estallido de carcajadas por la antiquísima palabra utilizada por el señor Knoll, se firmó un empate que favoreció a todos los presentes.

El comité paso a la mesa de ping- pong, en donde el acusado de fraude en los dibujos vocifero a quien quisiera oírlo que tenía el record sudamericano de partidos ganados y que no había japonés ni chino que  igualara sus remates con efectos controlados, y “si alguien me gana apoyo el c*** en la nieve”.-
El verdugo y NO por primera vez, fue su novia Sonia, quien sin dejarse intimidar por ser el género débil,  hizo justicia en una contundente victoria pese a los pedidos de ojo de halcón del humillado perdedor. Los registros del pago de la apuesta fueron censurados por horarios de protección al menor, pero hay copias guardadas en algunos bancos de las islas Caimán por si asoman dudas.
To be continued…