Anoche a las tres de la mañana escuché ruidos raros en la planta baja de mi casa.
La desperté a Clara, mi mujer desde hace más de diez años, y le pedí que por favor vaya a buscar un vaso de agua.
Cuando subió le pregunte si había visto o escuchado algo raro, y ante su negativa seguí durmiendo plácidamente restándole importancia al vaso que me ofrecía con su brazo extendido.
Hoy cuando hablamos por teléfono le comente el verdadero motivo de la misión que ocultamente le encomendé en horas de la noche.
Y estoy buscando algún lugar para dormir por unos días, hasta que se calme un poco. ¿Te sobra un colchón? Me arreglo fácil.
jajjajaj me cagué de risa! muy bueno loco, título oportuno y el texto muy divertido. saludos!
ResponderEliminarjajaja macanudo el hombre de la casa!!
ResponderEliminar